
Esa es la típica frase de mi madre los fines de semana cuando se acerca a nuestra habitación... Pero esta vez no lo ha dicho por nosotros. Esta vez ha sido al contemplar la mala

Y es que no sólo son las obras que parece que no se terminan nunca (que también), sino todos los accesos y sobretodo las baldosas para entrar a la parte de la estación de bus, como se puede apreciar en la foto. Son pocas las baldosas que se salvan. Parece que vas caminando sobre castañuelas... sin duda, va a ser la banda sonora de toda la gente que visite la ciudad desde el tren o el autobús.

Los que no quieren pagar por dejar el coche unos minutos, pues intentan aparcar donde buenamente se puede, pero ahora con las obras se han complicado los accesos y los huecos para poder estacionar.

Y si llegas en bus urbano, la cosa no mejora tampoco mucho. El jueves estuvimos más de 15 minutos en el acceso a la estación, en una curva que no se tarda más de 1 minuto en hacer en condiciones normales.
Y todo ésto a menos de una semana para que empiece a llegar gente a la ciudad para disfrutar de la Exposición Internacional que se va a celebrar los próximos meses. Sería bueno que se cuidasen este tipo de "cositas", que en definitiva, son las que dejan la primera impresión para todos aquellos que vienen de fuera. Y la primera impresión siempre es muy importante... ¿no?
1 comentario:
yo la última vez que estuve por allí casi me 'escoño' con tanta cosa en medio. Una que es torpe y todo manga por hombro pues...xDDDD
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